Perdida te encuentras entre mis recuerdos,
borrosos en mi mente son ya tus besos,
de los que otros fueron y serán sus dueños,
por mi corazón al fin aborrecidos.
Y si alguna vez sucumbo a la locura
que no encuentre el vacío en tus besos
que por primera vez se vean sinceros
y no vuelva a experimentar tu tortura.
Tan solo así dueña de mi alma tu serás
contando para siempre con mi lealtad
y jamás ante la soledad perderás.
Aunque si sucumbes ante tu vanidad
para siempre mi corazón desterrarás
siendo víctima de la absurda soledad.
JOSELE
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